Gianfranco Reverberi - Rivelazioni Di Uno Psichiatra Sul Mondo Perverso Del Sesso

Four Flies se complace en presentar el primer lanzamiento de la obra maestra oculta de Gianfranco Reverberi: una banda sonora alucinante, posiblemente la más atrevida y salvaje de todas. Esta banda sonora italiana es una especie de Santo Grial para los fanáticos del sonido spaghetti, especialmente gracias al legendario tema "Psicolimite". En 1973, apareció un misterioso sencillo de 45 rpm bajo el nombre de "Sharon Chatam e la sua Orchestra". El sencillo parecía ser una versión inofensiva del tema de El último tango en París, completa con una imagen típica de la película. Pero detrás de la fachada inocente, se escondía un secreto: la pista del lado B, "Psicolimite", era en realidad el tema principal de Rivelazioni. Cuando alguien en los Estados Unidos se dio cuenta de esto y se dio cuenta de que el apodo "Sharon Chatam" era un seudónimo de Reverberi y su equipo, el precio del disco se disparó, convirtiéndolo en un codiciado objeto de colección. Esto hace que el descubrimiento de la banda sonora completa sea aún más emocionante, teniendo en cuenta que la música que Reverberi compuso para la infame película de Renato Polselli -uno de los directores de cine de género italiano más escandalosos e intransigentes- se creía perdida para siempre, tal vez desaparecida en las profundidades de algún laboratorio de revelado de películas. Pero gracias a los detectives de Four Flies, esta enigmática obra maestra ha resucitado y se presenta en todo su esplendor. Ya está disponible como un lujoso LP doble desplegable con ilustraciones originales del brillante Eric Adrian Lee. Si bien la película, a pesar de que algunos críticos la elogian como "psicotrónica", es una extraña mezcolanza de teorías pseudopsicoanalíticas confusas y voyeurismo de desviación sexual, la música se destaca como un elemento vital y principal, capaz de existir por sí mismo. Sin embargo, la reputación de Reverberi como productor serio y refinado (para artistas como Lucio Dalla, Gino Paoli, Luigi Tenco y muchos más) lo llevó a mantener las distancias con películas de explotación como Rivelazioni. Para mantener su imagen, hizo que su amigo y ex compañero de escuela Umberto Cannone se atribuyera el mérito de la banda sonora, una táctica que también utilizó para la siguiente película de Polselli, Mania (1974). Pero este anonimato puede haber aumentado inesperadamente su libertad creativa, ya que la banda sonora que armó y grabó es experimental, a veces cruda, y está impulsada por una sección rítmica implacable donde el bajo y la batería marcan el ritmo. El uso de instrumentos electrónicos es impresionante para la época, con cajas de ritmos y sintetizadores espaciales que crean una atmósfera oscura y onírica. Flautas psicodélicas, frases de piano, percusión enloquecida, filtros, compresores e improvisaciones jazzeras en saxo y vibráfono completan la mezcla. La banda sonora completa se recuperó tras el descubrimiento de las cintas originales de 1 pulgada y 16 pistas, que fueron transferidas, mezcladas y masterizadas para una escucha óptima tanto en vinilo como en formato digital, y la versión digital incluye 8 pistas adicionales.