Battaglia - Segunda temporada

Un portal sonoro a un universo paralelo donde los paisajes oníricos empapados de neón transforman las crudas realidades de un mundo pospandémico. Música para un futuro olvidado, donde los ecos de los años 80 proyectan sombras largas y enigmáticas a través de un rico tapiz de emociones que traza un viaje desde el aislamiento y el miedo hacia la curación y la esperanza. Este es el viaje de la primera y la segunda temporada, los álbumes debut complementarios del proyecto en solitario de la compositora italiana Battaglia, ambos a la venta este otoño en Four Flies Records. En 2020, cuando el mundo se replegaba sobre sí mismo debido a la pandemia de COVID-19, Battaglia entró en el estudio de grabación. Impulsada por un deseo de experimentación, decidió centrarse en los sintetizadores clásicos que han hecho historia para crear una alquimia sonora y emocional que reinventa los años 80 para resonar con nuestras experiencias y sensibilidades actuales. Inspirándose en la magia cinematográfica de las películas icónicas de principios de los 80, y especialmente en las inquietantes bandas sonoras de Tangerine Dream y John Carpenter, creó un paisaje sonoro que va más allá de la nostalgia para capturar el espíritu de una generación que navega por tiempos inciertos. La primera y la segunda temporada exploran las complejidades de un mundo que lidia con pandemias letales, catástrofes climáticas y desastres nucleares a través de temas como el anhelo, el miedo y la esperanza, en un escenario que combina elementos de ciencia ficción distópica y postapocalíptica y, a veces, terror. La primera temporada profundiza en los aspectos más oscuros de esta nueva realidad, evocando una sensación de inquietud e incertidumbre, ocasionalmente intercalada con destellos de luz relajantes. En la segunda temporada, aunque la oscuridad aún persiste, el paisaje sonoro está impregnado de una sensación de optimismo y determinación, ofreciendo destellos de una posible salvación. Con la mezcla característica de Battaglia de dark wave, synth-pop, electrónica de suspenso y vibraciones cinematográficas, la primera y la segunda temporada crean un mundo sonoro que es a la vez inquietantemente familiar y absolutamente cautivador: la banda sonora perfecta, uno se siente tentado a decir, para las innumerables series de ciencia ficción, terror y fantasía que han inundado las plataformas de streaming en la última década. Las portadas de ambos álbumes fueron diseñadas por Eric Adrian Lee, quien las concibió como dos caras de la misma imagen, dos versiones de un mundo en crisis pero cuyas ruinas contienen el potencial de renacimiento.